viernes, noviembre 07, 2014

El día que Alemanía conquistó Maracaná


Dieciséis de junio de mil novecientos cincuenta. Ningún brasileño podrá olvidar ese fatídico día para el orgullo deportivo de su país. Corría el minuto treinta y cuatro del segundo tiempo de la final del campeonato del mundo cuando Juan Alberto Schiaffino metió el gol que dio nombre al conocido Maracanazo. Nadie podía imaginar que la selección uruguaya pudiera lograr tal proeza, ganar a Brasil en el estadio de Maracaná. Pero lo hizo, y este hecho se convirtió en una de las mayores decepciones deportivas de la historia. 

Fueron tan sólo seis minutos, pero fueron los seis minutos más desastrosos de la historia deportiva de Brasil. Esos seis minutos le bastaron a una soberbia Alemania para someter a la "Canarinha" a la mayor humillación de historia. Khedira, Schurrle, y Kroos por partida doble metieron los cuatro goles que hundieron a Brasil durante esos cuatro minutos malditos. El mundial se había acabado para una afición que daba por hecha la victoria de su selección. 

Si hay que elegir algo representativo del mundial de futbol que acaba de acabar, éste algo sería la victoria por siete goles a uno que le endosó Alemania a Brasil durante las semifinales. Sin embargo, este mundial nos ha dejado otros importantes recuerdos en la retina. 

El primero, las dudas respecto a la idoneidad de la elección del país organizador. Desde hace un tiempo a esta parte, los distintos comités internacionales vienen buscando darle la oportunidad a los que nunca han organizado eventos deportivos aunque no dispongan de la estabilidad necesaria para tal fin. Así, se le concedió la organización del mundial de futbol a Brasil, un histórico del futbol con una enorme inestabilidad política. Es una tremenda irresponsabilidad pedir a un país con las desigualdades sociales de Brasil una inversión incapaz de generar riqueza a largo plazo. No se le puede ayudar a un gobierno opresor a crear un bálsamo que haga olvidar a sus ciudadanos la verdadera razón por la cual deben de luchar.

El segundo, las tres alegrías positivas: Colombia, Costa Rica y México. Tres selecciones a priori condenadas a ser eliminadas a las primeras de cambio sin pena ni gloria, se convirtieron en las grandes animadoras del mundial. No sólo por protagonizar sonoras sorpresas en este mundial, sino por su juego alegre y nada especulativo. De ellas, nos quedamos con tres hombres. Los dos flamantes fichajes del Real Madrid Keylor Navas y James Rodríguez, y el portero Mexicano Guillermo Ochoa.

El tercero, las decepciones del grupo de la muerte. Italia e Inglaterra partían favoritas para clasificarse en un grupo formado por Uruguay, Costa Rica y ellas dos. Sin embargo, no dieron la talla y las dos selecciones americanas lograron el pase a la fase final del mundial. De todas formas se veía venir, ambas selecciones llevan años en los que a pesar de tener grandes jugadores su juego en equipo no cuaja. 

El cuarto, la confirmación del cambio de rumbo por parte de la selección Holandesa. La Naranja Mecánica, aquel país cuyo futbol siempre se ha destacado por su alegría y su juego coral se ha convertido en un país cuyo futbol se caracteriza por las individualidades y las malas artes defensivas. Una auténtica pena.

El quinto, el batacazo sufrido por la selección española. Dos campeonatos de Europa consecutivos y el último campeonato del mundo elevaron a la roja a lo alto de una imaginaria clasificación de los mejores equipos de la historia. La extraordinaria solidez defensiva, nuestro juego en equipo y el mundialmente alabado "tiki-taka", nos convertían en el enemigo a batir. Pero llegamos a Brasil y ni solidez defensiva, ni juego en equipo ni "tiki-taka". España sin sus armas se vio condenada al fracaso. 

¿Pero qué provocó realmente ese desastre? 

Muchos dicen que si Casillas es un topo infravalorado, que si Xavi está viejuno, que si Busquets es un cono, que si Diego Costa no sirve... Pues, ni las unas ni las otras y todas ellas a la vez. Pero empecemos por el principio.. la portería.

Iker Casillas no ha sido apodado el santo por casualidad. Sus increíbles reflejos han salvado tanto a la Roja como al Real Madrid de numerosas derrotas.  De hecho, fue según la FIFA el mejor portero del mundo durante cinco años. Sin embargo, en este mundial le hemos visto fallón y sobretodo inseguro; algo que tampoco es casualidad. Su enfrentamiento con Mourinho, la falta de minutos y, especialmente, el absurdo hastio que le han cogido parte de los seguidores del Real Madrid, hacen que ni mentalmente, ni deportivamente, estuviera preparado para defender la portería española.

¿Quién lo podría haber hecho? Valdés dicen muchos, pero se lesionó. En mi opinión, tendría que haber sido De Gea. Pero, para ello Del Bosque tendría que haberle ido poco a poco metiéndole en la selección; al fin y al cabo es el futuro portero de la selección. Fallo compartido entre Mourinho, la afición del Real Madrid y del entrenador.

Dicen que desde que está con la del "Waka Waka", Piquet está descentrado. La realidad es que desde que está con Shakira, Piquet no para de lesionarse. De hecho a este mundial fue recién recuperado de una lesión y sin ritmo de competición. En el Barcelona deberían de plantearse si el preparador físico no la está pifiando con Piquet y Del Bosque debería de hacérselo mirar por convocar a un jugador lesionado. 

Dicen que Ramos es uno de los mejores defensas centrales del mundo. Yo no estoy de acuerdo. La verdad es que Ramos es uno de los mejores laterales derechos del mundo y un buen defensa central que a menudo se olvida de que juega de defensa central. Habiendo tenido a Varane en el banquillo y a Arberloa de titular, no se entiende muy bien que hacía Ramos sin jugar en donde mejor juega. Fallo compartido entre Mourinho y Ancelotti. 

¿Quién debería de haber jugado en el centro de la defensa? Partiendo de la base que lo ideal hubiera sido que Piquet hubiera llegado en buenas condiciones, Del Bosque se dejó a un extraordinario defensa central en el banco. No sé qué tirria le tienen algunos a Albiol cuando es tras Piquet el mejor defensa centrar que tenemos.

En el lateral derecho, Del Bosque puso a Azpilicueta... que lleva un año entero jugando en el lateral izquierdo. La pregunta es... ¿Por qué santos carajos Mourinho se empeña en hacerle jugar donde no es su posición cuando es el mejor defensa derecho de su plantilla? En fin... Mourinho. 

El lateral izquierdo lo ocupó Alba que llevaba un año lesión si y lesión también. De hecho, se notó en exceso su falta de forma física. ¿Qué pasó con Alberto Moreno y Bernat? Sólo Del Bosque lo sabe... 

Algo que ha definido Del Bosque como seleccionador es Sergio Busquets. Su gran colocación y su gran capacidad para jugar en corto, le convierte en alguien fundamental para mantener la consistencia tanto defensiva como ofensiva. En ataque vital en su labor de apoyo de los “pequeñitos”. En defensa vital a la hora de cortar balones. Sin embargo, llegó al mundial arrastrando una lesión que le mermaba mucho. Iturraspe o Javi Martínez pudieron haberle sustituido, pero ni uno ni el otro harían tan bien esa labor como Busquets. 

Si Sergio Busquets es importante para el juego del equipo español, más lo es Xavi Hernández. Su claridad, su visión de juego, sencillez a la hora de mover el balón lo convierten en indispensable. La pena es su edad. Xavi ya no está para aguantar grandes esfuerzos físicos y eso lo nota la selección. ¿Quién lo puede sustituir? Es muy difícil sustituir a uno de los mejores jugares de futbol de la historia de nuestro país. 

Dos extremos de gran movilidad y con tendencia a caer al centro para ayudar a Xavi es uno de los baluartes tanto de “La Roja” como del Barça de Guardiola. De ellos, Iniesta destacaba por su calidad individual y su capacidad de hacer de Xavi cuando éste no podía hacer su juego. En cabio, Pedro destacaba por su olfato goleador y por su gran capacidad de sacrificio. La enorme calidad de Silva hizo que Del Bosque prefiriera sacrificar a Pedro por él. El resultado… esa increíble defensa que empezaba por los delanteros se convirtió en un recuerdo del pasado.

La polémica había llegado con la inclusión de Diego Costa. Ese delantero de origen brasileño que había embelesado a todos con sus goles y con su marrullería durante el campeonato español, no fue más que una caricatura de si mismo. Muchos se enorgullecían de haberle quitado ese jugador a la Canarinha. Otros sentíamos rabia porque su inclusión cerraba las puertas a dos delanteros mucho mejores que él, Negredo y Llorente. 

Tras un mes de competición, el acontecimiento futbolero del año deja paso a la tranquilidad. Miles de aficionados brasileños abandonan la ilusión de ver coronada su selección para enfrentarse a su cruda realidad. La realidad de un día a día cada vez más endeudado gracias a la perversa colaboración entre los políticos de su país y ese falso Dios conocido por FIFA.

Chechu,
07/11/2014

Promesas Incumplidas


El vaivén de aquella mecedora mecía su derrotado cuerpo mientras que ella maldecía ese perverso sentimiento llamado amor. Desde que él se había ido, había llorado como nunca por la pérdida del que había sido su primer amor. Ya no le volvería a ver más, ya no volvería a ver a aquel fullero que hacía palpitar su pequeño corazón.

El día que comenzaba iba a ser un día fuera de lo común. No sólo por el inhóspito terremoto que la había devuelto del mundo de los sueños, sino porque su madre había invitado a comer a un amigo de la infancia y a sus hijos. La verdad es que no tenía muchas ganas de aquello. Pasar el día con unos desconocidos no era algo que le llamara la atención.

Habían pasado ya cinco horas desde aquel terremoto matutino y no se podía imaginar que un nuevo terremoto volvería a sacudirla. –Ding dong- La puerta sonaba y todavía no se había acabado de vestir. Seguramente su madre se enfadaría con ella por no estar todavía lista. Desde su habitación escuchaba las voces de su hermano, de su madre y la de los tres desconocidos. Además de la del amigo de su madre se oían la de una niña pequeña y la de otro niño que parecía de su edad. Su corazón se estremeció; a lo mejor no sería tan malo conocerles, en especial al chico de su edad… ¡Por fin había acabado de arreglarse! Ya podía salir a conocer a recibir a los invitados.

Él estaba expectante. Tras una mañana haciendo locuras con un trineo en la sierra su padre les había llevado a comer a aquella casa. Allí había conocido a un inquieto niño de algunos años menos que él. Le caía bien, era imposible llevarse mal con él. Sin embargo tenía ganas de conocer a su hermana. De pronto una puerta se abrió y apareció tras de ella una niña guapísima. Sus miradas se cruzaron, sus corazones se estremecieron.

Aquella mirada de ilusión se fue transformando a pasos agigantados en una mirada de complicidad. La inocencia de unos muchachos de a penas catorce años convertía esa historia de amor en la más bonita historia de amor. Nunca hubo un beso, sólo abrazos y capturas de mano. Nunca hubo algo sexual, sólo juegos y complicidad. Nunca hubo una declaración de amor, ambos sabían lo que sentían el uno por el otro.

El vaivén de la marcha del autobús había amodorrado el cuerpo de aquellos dos adolescentes enamorados hasta el sueño. Ambos abrazados dormían mientras sus mentes recordaban aquel fantástico día. Un agradable paseo por la playa cogidos por la mano había consolidado el candor de su amor. Ahora acurrucados el uno sobre el otro deseaban que ese día no terminara. Sin embargo, nada es para siempre. Ni siquiera las historias más bonitas de amor.

El detonante pudo haber sido cualquiera. Desde un malentendido hasta una disparidad de opinión irreconciliable. Eso no importa. Lo importante era que el drama se había desatado y con él, el ocaso del paraíso. Lo supieron al llegar a aquella casa: sus padres no querían volver a verse, ni que sus hijos se volvieran a ver. Ella corrió a su habitación. Se encerró y no pudo parar de llorar. Él trató de convencerla para que saliera. Pero su pena no la permitía salir. Luchó con todas sus fuerzas porque quería volver a verle, despedirse de él, abrazarle por última vez. Pero al volver a verle sus piernas se vinieron abajo. Hecha un ovillo maldecía a aquellos adultos, quería morirse. – Te prometo que nos volveremos a ver – Esas fueron las últimas palabras que escuchó de boca de aquel niño que tanto había querido.

El día de su vigésimo-noveno cumpleaños llegaba a su fin sintiéndose una mujer plena. Tenía un buen trabajo, unos amigos maravillosos y un novio que la hacía feliz. – “Feliz cumpleaños fullerita, te acuerdas de mí”. – Quince años después, un terremoto en forma de inocente mensaje de facebook volvió a estremecer su ya recuperado corazón. Recordó por un instante aquellos fabulosos momentos que había pasado con quien ahora le escribía. Pero ya no era una niña y su pasado no podía traicionar su presente. –“No, lo siento”.- Respondió con gran dolor en su corazón.

Chechu,
07/11/2014

miércoles, septiembre 03, 2014

Caperucita feroz



Los primeros rayos de luz tras la oscuridad de la noche coinciden con los bostezos de uno de los habitantes de aquel bosque. Leo, como buen búho se había quedado en vela vigilando la quietud del bosque. Justo debajo de su morada, una madrugadora ardilla sale apresuradamente de su madriguera. Algún asunto importante debe de habérsela presentado para embestir en su carrera a un indiferente ciervo. Justo al lado suyo un simpático pato contempla la escena mientras salpica con su chapoteo a una liebre que se dispone a tomar un energético desayuno a base de hierba. En el otro lado del bosque, una abeja juguetea con una alegre flor mientras es observada por un imponente roble. Al lado del roble una tortuga filosofa sobre la vida insistentemente con un zorro cuya atención se centra exclusivamente en observar los movimientos del mapache que pretende engullir.

De pronto, algo perturba la monotonía del bosque. Las pisadas de una inocente niña acaban con la vida de una pobre hormiga. Varias plantas miran horrorizadas la escena. ¡A ver si van a ser las siguientes victimas! Una pareja de ratones se preparan para correr por su vida, La tortuga, en cambio, recurre a su duro caparazón. Marina, la comandante del ejército de abejas de la colmena cercana reúne su tropa. El viejo roble, mucho más sabio, medita desde tu madurez la escena.

Poco a poco el rumor se va extendiendo por todo el bosque. Un ser humano se había adentrado en él matando todo lo que se encontraba a su paso. El lobo feroz, sintiéndose el defensor del bosque se apresura a interceptar la amenaza antes de que el desastre pasara a mayores.

La verdad es que no sabía cómo actuar. De los humanos sólo conocía la dulzura de aquella encantadora viejecilla que vivía en el lado este del bosque. Sin embargo, también conocía las terribles historias que relataba el viejo Roble. Sea como fuere, aquella humana había perturbado la tranquilidad de su hogar. Algo que no podía quedar impune.

Escondido tras una matas, veía una niña humana oliendo el aroma de una pobre margarita que había sido arrancada de su tallo. Tenía un aspecto de lo más inofensivo: zapatos negros y un vestido azul claro en parte cubierto por una pequeña capa de color rojo. Nadie pensaría que un ser vestido de esa manera fuera capaz de sembrar el terror por el bosque. No obstante, era su inocencia y su poca sabiduría lo que la hacía aterradora.

-¡Buenos días joven humana!- Se dirigió el lobo hacia ella.

La niña entre asustada y sorprendida respondió: -¡Un lobo que habla!

- Creo que hay muchas cosas que vosotros los humanos desconocéis del bosque. - Dijo el lobo. - ¿Dónde vas tú sola? - Continuó tras una breve pausa.

Con aire de desconfianza le aclaró que su abuelita se había ido a vivir hacía muchos años al bosque y que nunca la había visto. Por ello estaba allí, para conocerla al fin.

El lobo, viendo que mas que peligrosa era más bien descuidada tramó una pequeña broma para hacerla aprender la lección. Así pues la indicó un camino más largo y él se fue por otro más corto para llegar antes a casa de la anciana. Una vez puesta al corriente de las imprudencias de su nieta, la anciana se escondió en un armario y le permitió al lobo llevar a cabo su plan.

- Toc, toc- Sonó la puerta.

- Pasa nietecilla- dijo el lobo escondido debajo de las sabanas y disimulando su voz.

-¡Abuela! ¡Qué oscura está la casa!-  Dijo la muchachilla al entrar.

- Hace mucho que la luz no funciona en esta casa. Pero no te quedes ahí: pasa que estoy en el dormitorio!-

-¡Abuela! ¡Qué orejas más grandes tienes! - Le dijo sorprendida la niña.

- Es para oírte mejor mi nietecilla- Respondió el lobo.

- ¡Abuela! ¡Qué ojos más grandes tienes! - Le dijo la niña, aún más sorprendida.

- Es para verte mejor, mi princesita. Le replicó el lobo.

De pronto, horrorizada, la niña se dio cuenta de que lo que había encima de la cama no era su abuela, sino el lobo que antes había visto en el bosque. Gritó lo más fuerte que pudo pensando que ese día su vida había llegado a su fin. La abuela, salió rápidamente de su armario para tranquilizar a su nieta y decirla que no era más que una broma. Pero llegó tarde. Tras un ensordecedor ruido, el cuerpo sin vida del lobo se precipitó encima de la niña. Un cazador pensando que la niña corría peligro la siguió hasta los confines del bosque para dejar la huella imborrable del hombre.

Chechu,
03/09/2014

domingo, agosto 10, 2014

Esa Horrible Prisión de Tela


Empieza el día como todos los demás. Una revitalizante ducha despierta y refresca cada centímetro de mi. En condiciones normales, el contacto con el agua, el jabón y la espuma deberían convertir ese momento matutino en el mejor del día. Sin embargo, no es el mejor del día; es el preámbulo a la agonía.

Mientras me acabo de secar observo la tristeza de mi hermana gemela. Yo también estoy triste pues sé lo que me espera en cuanto termine. Se va la luz y siento como una terrible fuerza me intenta sujetar. No puedo ver a mi hermana, pero sé que ella lucha por su libertad al igual que lo hago yo. Es imposible, me han vuelto a atrapar. Cada día desde hace casi veinte años se repite lo mismo. Cada día desde hace casi veinte años añoro esos felices momentos en los que jugueteaba con mi hermana gemela sin darle importancia al significado de la palabra libertad.

Está oscuro, me encuentro desorientada y me angustia saber que hace pocos minutos era libre. De pronto, mi prisión me estremece, me aprisiona y me golpea impunemente. Son alrededor de las nueve de la mañana y como todos los días algo pasa. Parece como si alguien luchara con mi prisión para ayudarme escapar. ¿Será Clara, mi amiga de la infancia? Seguramente, porque no sé quien más me podría ayudar a escapar.

La brusquedad de los movimientos de mi prisión se detiene. Definitivamente, como cada vez que lo intenta por la mañana, Clara no consigue liberarme. Aprovecho este momento de soledad y tranquilidad para recordar cuando era joven y libre. Cuando nadie notaba mi presencia y podía, por tanto, juguetear alegremente y sentir las caricias del viento.

Han debido de pasar unas cuatro horas y Clara tiene hambre, lo noto por los espantosos sonidos que emite mi vecina de abajo. ¡Qué pesadilla! Cada día escucho esa escandalera al menos tres veces al día. Cuando era libre lo soportaba con paciencia, al fin y al cabo tenía otras cosas con las que distraerme. Pero ahora prisionera, es un sonido angustioso e insoportable. ¡Por fin! Clara se levanta para acallar a esa desagradable chillona. Voy a seguir encerrada unas horas más, pero al menos con algo de tranquilidad.

Se sucede el resto de la tarde y el aburrimiento cae sobre mí. No hay nada más aburrido que estar prisionera en esta oscura y diminuta prisión. Aprovecho para recordar otros tiempos en los que Clara jugaba conmigo y mi hermana. Cuando chapoteaba junto con mi hermana en el mar sin preocuparme de las ataduras a las que me han conducido los años. Cuando era niña y era feliz.

Son alrededor las nueve de la noche. El estrés de todo el día parece haber llegado a su fin. Espero ansiosa este momento, el mismo momento liberador de todos los días. Noto un forcejeo y mi cárcel empieza a ceder. Miro hacia arriba y veo la sonrisa de Clara. Se la ve cansada, agotada pero sonriente. ¡Por fin me ha liberado!

Ahora, me esperan unas merecidas horas de descanso hasta que suene de nuevo ese horrible ruido que marca el principio del día. Entonces será cuando, de nuevo, Clara no tenga piedad y me vuelva a encerrar en esa horrible prisión de tela.

Chechu,
10/08/2014