viernes, marzo 21, 2014

130 km / h... un peligro en la carretera


Ayer fui uno de tantos afortunados que ha tenido el placer de recibir una de esas notificaciones de tráfico en las que, amablemente, te piden entregarles cierta cantidad de dinero por haber sobrepasado los límites de velocidad establecidos. Y no fue por hacer el Farruquito por las calles de una concurrida ciudad, ni por imitar a Fernando Alonso en uno de sus duelos con Hamilton... ¡Fue por ir a 130 km / h en una autovía!

Da igual si eres un conductor responsable que no bebe mientras conduce, que hace bien las rotondas, que señaliza al hacer una maniobra o que va a la velocidad adecuada a la vía por la que circula. Según la ley lo que determina si eres o no un buen conductor es un límite de velocidad.

Da igual si aceleras para evitar un accidente o si aceleras para adelantar con mayor seguridad. Según la Ley, lo que determina si eres o no eres un buen conductor es un absurdo límite de velocidad.

Si... para el Ministerio del Interior soy un mal conductor. Un mal conductor por haber infringido una ley tan estúpida que prácticamente todo el mundo infringe. Pretender ir a menos de 120 km / h es tan absurdo que resulta una quimera a no ser que te encuentres con un atasco o la carretera sea propicia para ello. La velocidad es mala dicen.. Cierto es muy mala y muy criticable... si vas a 160 km / h. ¿Pero ir a 130 km / h, velocidad que la propia Ley te permite sobrepasar al adelantar? La velocidad también es mala si no vas lo suficientemente rápido como para mantener la concentración.

Sin embargo, lo peor de todo no es el tener que pagar ese impuesto encubierto, también llamado multa por ir a 130 km / h. Lo peor de todo es leer en el escrito recibido que he cometido una infracción grave. Como lo oyen... una infracción grave. ¿En serio alguien con dos dedos de frente considera que ir a 130 km / h es una infracción grave? ¡Ahhh! Se me olvidaba que nuestros políticos rara vez demuestran tener más de dos dedos de frente. ¿Cómo pretenden que confiemos en ellos si además de gestionar rematadamente mal los recursos del país y robar impunemente, redactan leyes con las que demuestran no tener más de un cuarto de dedo de frente? ¡Infracción grave ir a 130 km / h por una autovía! ¡Habrase visto!

Vivimos en una situación anómala. Estando en una sociedad en donde se castiga a quien va por un camino que atenta contra unas normas de convivencia establecidas según las convicciones morales de la mayoría, es por lo menos llamativo que una de esas normas de convivencia;, repito, establecidas según criterio mayoritario, se rompa una y otra vez. Siendo, además, este hecho lo más normal del mundo. ¿Responde realmente esta ley de circulación vial a las necesidades de la sociedad, o responde a otras necesidades más personales?

Hay dos cosas que preocupan enormemente a los políticos. Los muertes y el dinero. Por un lado; cuantas más muertes innecesarias se produzcan durante una legislatura, menos probabilidades tendrá un político de ser reelegido. Por otro lado, cuanto más pasta disponga un político, más pasta podrá malgastar. Por tanto, podríamos decir que a grandes rasgos esta ley responde a necesidades de seguridad ciudadana. Pero que mirándola con lupa responde también a ciertas necesidades políticas.

Llegados a este punto, me gustaría desenmascarar una de tantas mentiras que nuestros políticos la convierten en falsas verdades a fuerza de repetirlas una y otra vez. la velocidad provoca muy pocos accidentes, y todos ellos tienen como denominador común una velocidad excesiva. Lo que hace mayoritariamente la velocidad es agravar las consecuencias de un accidente provocado por otro factor. Para explicar esto, suelo utilizar un ejemplo bastante ilustrativo. Imaginemos dos vehículos circulando por una vía limitada a 120 km / h. Uno va a 100 km / h y el otro a 150 km / h. Si al querer el segundo adelantar al primero, este último se cambia de carril sin señalizar, lógicamente se va a producir un accidente. ¿Quién tiene la culpa? Según la ley, el que iba a 150 km / h. Pero el que ha provocado el accidente es el primero por tratar de cambiarse de carril sin mirar y sin señalizar la maniobra.

Por lo tanto, y viendo la Ley desde un punto de vista más cercano a la realidad, esos límites son por un lado un impuesto encubierto. Y por otro, un mecanismo para limitar las muertes en la carretera, que no los accidentes. Si no es así, me gustaría preguntarle a la clase política lo siguiente. ¿Por qué casi no hay radares en las carreteras secundarias con mayor tasa de mortalidad (y también menor afluencia de tráfico)? ¿Por qué no se hacen campañas, ni se buscan medidas para combatir contra dos de los tres principales causantes de accidentes, maniobras peligrosas y / o sin señalizar y el cansancio en la conducción? ¿Por qué no se buscan alternativas al tránsito de camiones de mercancías que estropean la calzada y disminuyen la visibilidad de los demás conductores? ¿Por qué no se establecen zonas en las que los automóviles puedan adelantar con seguridad a los camiones? ¿Por qué se sanciona de primeras a un conductor, sin barajar hipótesis atenuantes y dándole como única alternativa efectiva de defensa el tribunal Contencioso-Administrativo que requiere un desembolso de dinero mucho mayor que pagar la multa?

Hace unos años me pusieron otra multa y me quitaron puntos. Ésta no fue por ir a 130 km / h en una autovía. Fue por ir a 120 km / h en una autovía. Sí, en el km 221 dirección Madrid de la Autovía A4 hay un tramo de algo menos de 5 km, recto, perfectamente pavimentado, y de dos carriles para cada sentido, en donde, por alguna extraña razón, existe una incomprensible limitación de 80 km / h. ¿A ver quién es el valiente que defiende que eso no responde a razones recaudatorias?

Chechu,
21/03/2014