Dieciséis de junio de mil novecientos cincuenta.
Ningún brasileño podrá olvidar ese fatídico día para el orgullo deportivo de su
país. Corría el minuto treinta y cuatro del segundo tiempo de la final del
campeonato del mundo cuando Juan Alberto Schiaffino metió el gol que dio nombre
al conocido Maracanazo. Nadie podía imaginar que la selección uruguaya pudiera
lograr tal proeza, ganar a Brasil en el estadio de Maracaná. Pero lo hizo, y
este hecho se convirtió en una de las mayores decepciones deportivas de la
historia.
Fueron
tan sólo seis minutos, pero fueron los seis minutos más desastrosos de la
historia deportiva de Brasil. Esos seis minutos le bastaron a una soberbia
Alemania para someter a la "Canarinha" a la mayor humillación de
historia. Khedira, Schurrle, y Kroos por partida doble metieron los cuatro
goles que hundieron a Brasil durante esos cuatro minutos malditos. El mundial
se había acabado para una afición que daba por hecha la victoria de su
selección.
Si hay que elegir algo representativo del
mundial de futbol que acaba de acabar, éste algo sería la victoria por siete
goles a uno que le endosó Alemania a Brasil durante las semifinales. Sin
embargo, este mundial nos ha dejado otros importantes recuerdos en la retina.
El primero, las dudas respecto a la idoneidad de
la elección del país organizador. Desde hace un tiempo a esta parte, los
distintos comités internacionales vienen buscando darle la oportunidad a los
que nunca han organizado eventos deportivos aunque no dispongan de la
estabilidad necesaria para tal fin. Así, se le concedió la organización del
mundial de futbol a Brasil, un histórico del futbol con una enorme
inestabilidad política. Es una tremenda irresponsabilidad pedir a un país con
las desigualdades sociales de Brasil una inversión incapaz de generar riqueza a
largo plazo. No se le puede ayudar a un gobierno opresor a crear un bálsamo que
haga olvidar a sus ciudadanos la verdadera razón por la cual deben de luchar.
El segundo, las tres alegrías positivas:
Colombia, Costa Rica y México. Tres selecciones a priori condenadas a ser
eliminadas a las primeras de cambio sin pena ni gloria, se convirtieron en las
grandes animadoras del mundial. No sólo por protagonizar sonoras sorpresas en
este mundial, sino por su juego alegre y nada especulativo. De ellas, nos
quedamos con tres hombres. Los dos flamantes fichajes del Real Madrid Keylor
Navas y James Rodríguez, y el portero Mexicano Guillermo Ochoa.
El tercero, las decepciones del grupo de la
muerte. Italia e Inglaterra partían favoritas para clasificarse en un grupo
formado por Uruguay, Costa Rica y ellas dos. Sin embargo, no dieron la talla y
las dos selecciones americanas lograron el pase a la fase final del mundial. De
todas formas se veía venir, ambas selecciones llevan años en los que a pesar de
tener grandes jugadores su juego en equipo no cuaja.
El cuarto, la confirmación del cambio de rumbo
por parte de la selección Holandesa. La Naranja Mecánica, aquel país cuyo
futbol siempre se ha destacado por su alegría y su juego coral se ha convertido
en un país cuyo futbol se caracteriza por las individualidades y las malas
artes defensivas. Una auténtica pena.
El quinto, el batacazo sufrido por la selección
española. Dos campeonatos de Europa consecutivos y el último campeonato del
mundo elevaron a la roja a lo alto de una imaginaria clasificación de los
mejores equipos de la historia. La extraordinaria solidez defensiva, nuestro
juego en equipo y el mundialmente alabado "tiki-taka", nos convertían
en el enemigo a batir. Pero llegamos a Brasil y ni solidez defensiva, ni juego
en equipo ni "tiki-taka". España sin sus armas se vio condenada al
fracaso.
¿Pero qué provocó realmente ese desastre?
Muchos
dicen que si Casillas es un topo infravalorado, que si Xavi está viejuno, que
si Busquets es un cono, que si Diego Costa no sirve... Pues, ni las unas ni las
otras y todas ellas a la vez. Pero empecemos por el principio.. la portería.
Iker
Casillas no ha sido apodado el santo por casualidad. Sus increíbles reflejos
han salvado tanto a la Roja como al Real Madrid de numerosas derrotas. De hecho, fue según la FIFA el mejor portero
del mundo durante cinco años. Sin embargo, en este mundial le hemos visto
fallón y sobretodo inseguro; algo que tampoco es casualidad. Su enfrentamiento
con Mourinho, la falta de minutos y, especialmente, el absurdo hastio que le
han cogido parte de los seguidores del Real Madrid, hacen que ni mentalmente,
ni deportivamente, estuviera preparado para defender la portería española.
¿Quién
lo podría haber hecho? Valdés dicen muchos, pero se lesionó. En mi opinión,
tendría que haber sido De Gea. Pero, para ello Del Bosque tendría que haberle
ido poco a poco metiéndole en la selección; al fin y al cabo es el futuro
portero de la selección. Fallo compartido entre Mourinho, la afición del Real
Madrid y del entrenador.
Dicen que desde que está con la del "Waka
Waka", Piquet está descentrado. La realidad es que desde que está con
Shakira, Piquet no para de lesionarse. De hecho a este mundial fue recién
recuperado de una lesión y sin ritmo de competición. En el Barcelona deberían
de plantearse si el preparador físico no la está pifiando con Piquet y Del
Bosque debería de hacérselo mirar por convocar a un jugador lesionado.
Dicen que Ramos es uno de los mejores defensas
centrales del mundo. Yo no estoy de acuerdo. La verdad es que Ramos es uno de
los mejores laterales derechos del mundo y un buen defensa central que a menudo
se olvida de que juega de defensa central. Habiendo tenido a Varane en el
banquillo y a Arberloa de titular, no se entiende muy bien que hacía Ramos sin
jugar en donde mejor juega. Fallo compartido entre Mourinho y Ancelotti.
¿Quién
debería de haber jugado en el centro de la defensa? Partiendo de la base que lo
ideal hubiera sido que Piquet hubiera llegado en buenas condiciones, Del Bosque
se dejó a un extraordinario defensa central en el banco. No sé qué tirria le
tienen algunos a Albiol cuando es tras Piquet el mejor defensa centrar que
tenemos.
En
el lateral derecho, Del Bosque puso a Azpilicueta... que lleva un año entero
jugando en el lateral izquierdo. La pregunta es... ¿Por qué santos carajos
Mourinho se empeña en hacerle jugar donde no es su posición cuando es el mejor
defensa derecho de su plantilla? En fin... Mourinho.
El lateral izquierdo lo ocupó Alba que llevaba
un año lesión si y lesión también. De hecho, se notó en exceso su falta de
forma física. ¿Qué pasó con Alberto Moreno y Bernat? Sólo Del Bosque lo sabe...
Algo que ha definido Del Bosque como
seleccionador es Sergio Busquets. Su gran colocación y su gran capacidad para
jugar en corto, le convierte en alguien fundamental para mantener la
consistencia tanto defensiva como ofensiva. En ataque vital en su labor de
apoyo de los “pequeñitos”. En defensa vital a la hora de cortar balones. Sin
embargo, llegó al mundial arrastrando una lesión que le mermaba mucho.
Iturraspe o Javi Martínez pudieron haberle sustituido, pero ni uno ni el otro
harían tan bien esa labor como Busquets.
Si Sergio Busquets es importante para el juego
del equipo español, más lo es Xavi Hernández. Su claridad, su visión de juego,
sencillez a la hora de mover el balón lo convierten en indispensable. La pena
es su edad. Xavi ya no está para aguantar grandes esfuerzos físicos y eso lo
nota la selección. ¿Quién lo puede sustituir? Es muy difícil sustituir a uno de
los mejores jugares de futbol de la historia de nuestro país.
Dos extremos de gran movilidad y con tendencia a
caer al centro para ayudar a Xavi es uno de los baluartes tanto de “La Roja”
como del Barça de Guardiola. De ellos, Iniesta destacaba por su calidad
individual y su capacidad de hacer de Xavi cuando éste no podía hacer su juego.
En cabio, Pedro destacaba por su olfato goleador y por su gran capacidad de
sacrificio. La enorme calidad de Silva hizo que Del Bosque prefiriera
sacrificar a Pedro por él. El resultado… esa increíble defensa que empezaba por
los delanteros se convirtió en un recuerdo del pasado.
La polémica había llegado con la inclusión de
Diego Costa. Ese delantero de origen brasileño que había embelesado a todos con
sus goles y con su marrullería durante el campeonato español, no fue más que
una caricatura de si mismo. Muchos se enorgullecían de haberle quitado ese
jugador a la Canarinha. Otros sentíamos rabia porque su inclusión cerraba las
puertas a dos delanteros mucho mejores que él, Negredo y Llorente.
Tras
un mes de competición, el acontecimiento futbolero del año deja paso a la
tranquilidad. Miles de aficionados brasileños abandonan la ilusión de ver
coronada su selección para enfrentarse a su cruda realidad. La realidad de un día
a día cada vez más endeudado gracias a la perversa colaboración entre los
políticos de su país y ese falso Dios conocido por FIFA.
Chechu,
07/11/2014